El pueblo judío: Cuatro mil años de historia

El texto, lúcidamente escrito, está vívidamente ilustrado por una exuberante documentación gráfica. La palabra y la imagen se combinan así para registrar los extraordinarios acontecimientos que marcan la evolución de un pueblo, cuya historia está íntimamente entretejida con el desarrollo de la civilización occidental. Nos es dado seguir sus huellas desde los días de Abraham a través de la esclavitud y el despertar en Egipto; somos testigos de la conquista de la “Tierra de Leche y Miel”, del esplendor de los días del Reino, bajo David y Salomón, su caída, el exilio de Babilonia, para llegar a la destrucción del Templo de Jerusalén por los romanos. La subsiguiente dispersión del pueblo judío entre los países del Imperio Romano tuvo un profundo efecto, no sólo en su propia historia sino también en la vida intelectual y cultural de Europa, especialmente en los comienzos de la Edad Media. Actuaba como eslabón entre el mundo de la actualidad clásica y las nuevas naciones que surgían en el Norte. Las Cruzadas trajeron la persecución de los judíos, su expulsión de ciudades y países, su existencia en ghettos, su intensa concentración en su herencia religiosa y el heroísmo en la defensa de su fe.