Harry Potter 7 y las reliquias de la muerte

Probablemente este sea el título en español del último libro de J.K.Rowling, cuyo nombre en inglés es Harry Potter and the Deathly Hallows y que pone fin a las aventuras del niño mago (ahora no tan niño) que nos cautivó a los largo de siete libros. En esta última presentación, Rowling termina de redondear la historia, revela los secretos y misterios que se mantenían y entrega más sorpresas de las que se esperaban. A diferencia de los libros anteriores, en esta ocasión Harry ya no regresa a Hogwarts a estudiar, sino que decide ir en busca de los horcruxes que Lord Voldemort dejó para asegurar su existencia, incluso después de la muerte. El mundo mágico entra en una situación de caos donde incluso la ley se debilita y sucumbe, muy pocos son de confianza y hay menos libertad. Harry, Ron y Hermione deben enfrentar al mundo ellos solos, valiéndose de sus habilidades, conocimientos, amistad, lealtad y convicción, claro, con la ayuda de las últimas pistas que Dumbledore les dejó junto a ciertos objetos como herencia. Poco a poco, el trío irá descifrando los enigmas en torno a la historia de las reliquias de la muerte, y la implicancia del pasado de Dumbledore sobre estos objetos. Además que será en los momentos más críticos donde se recibe la ayuda de una persona anónima, cuyo misterio no se descubrirá, sino hacia el final de la historia. Muchos personajes nos sorprenderán con sus revelaciones, sobre todo el profesor Snape, de quien se conoce más sobre su pasado y se resuelve, por fin, hacia dónde dirige su lealtad.