Músculos

No cabe la menor duda que, observando la escala filogenética de los seres vivos, ésta se encuentra en continuo movimiento y cambio, desde la célula más elemental hasta el hombre, y que estos cambios siguen un patrón básico similar en las distintas especies. Comentábamos en la introducción del capítulo El cuerpo humano en su conjunto de este mismo Atlas del Cuerpo Humano que el hombre habrá realizado 415 millones de parpadeos a lo largo de unos 70 años de su vida, unos 10.000 movimientos al día de apertura y cierre de la boca para masticar y hablar, que posiblemente, al final de su vida, haya recorrido 22.000 km andando y se habrá pasado hasta 12 años hablando. Toda esta actividad se debe a movimientos físicos de piezas óseas, cartílagos, membranas articulares, ligamentos, producidos por la contracción de músculos que obtienen la energía que proviene del alimento ingerido. La gama de iones que se producen en el hombre va desde fenómenos muy sutiles e imperceptibles, como el cambio de n la pared de la membrana celular, hasta fenómenos a gran escala que comprometen el movimiento de todo el cuerpo, como la postura, la marcha y el salto.